Según el Servicio de Impuestos Internos, SII, la factura electrónica es un documento digital legalmente válido como medio de respaldo de las operaciones comerciales entre contribuyentes y, por lo tanto, reemplaza a las facturas tradicionales de papel.

Desde ya hace un tiempo (2014) este sistema ha permitido obtener considerables mejoras en los procesos de negocios de los contribuyentes, disminuir sustantivamente los costos del proceso de facturación y facilitar el desarrollo del comercio electrónico en Chile.

Algunas recomendaciones que debemos tener en cuenta como parte esencial de este proceso de factura electrónica son:

Contar con un certificado digital, es decir, una acreditación de la firma que te permita validar la identidad de quien emita los documentos tributarios oficiales.

Luego, está el timbre electrónico, que remplaza a su versión tradicional de cuño. En este elemento se incluye el registro y año de la resolución que autoriza al contribuyente como emisor electrónico. Todo esto con el objetivo de verificar que el emisor de la factura electrónica está aprobado por el SII.

Y por último tener el archivo XML, que corresponde a la factura electrónica, pero en un formato para intercambiar este documento con distintos sistemas informáticos, y que es utilizado por el SII para verificar los datos entregados por los emisores.

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